Aunque el día del maestro es mañana, hoy lo festejamos en nuestra escuela. El acto estuvo a cargo de las maestras de primer grado, quienes lo hicieron maravillosamente.
Cuatro maestras lo recordamos encargándonos de cuidar a los casi 300 niños en el comedor escolar, mientras otras comían un lunch con el equipo directivo. Luego, cuatro compañeros fueron al comedor a reemplazarnos en nuestra tarea, a lo cual dijimos que no, ya que los que deberían habernos ido a relevarnos era el equipo directivo, que como siempre brilló por su ausencia.
A pesar de los contratiempos surgidos, nada pudo opacar el único día que nos pertenece solo a nosotros.
Los niños se portaron especialmente bien, nos trajeron regalos, nos mimaron...y al final eso es lo único que nos debería importar.
miércoles, 10 de septiembre de 2008
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2 comentarios:
Yo corregiría diciendo, que lo pudo opacar una madre desubicada que eligió el acto escolar del Día del Maestro para recriminar en forma desubicada y fuera de lugar (insultando y pateando una puerta), una actitud inocente de una colega. A esto se le suma la falta de "ovarios" e idoneidad del equipo de conducción para ponerla en su lugar, optando por increpar a la docente que ya lo había pasado bastante mal.
Orgullosamente aclaro que me alegra haber almorzado con las 3 docentes que me acompañaron, que con el personal de conducción que creerá que con unos sandwiches cubre todas las veces que nos han faltado este año.
C.
Compañera, noto a través de tus líneas que estás realmente enojada, y con razón. Cuando un equipo directivo no responde a los apremios de un docente no se tiene a quien recurrir y uno se encuentra desorientado, sin apoyo.
Por eso es que las maestras tenemos que ser unidas, pero eso tampoco se consigue fácilmente.
Un beso y suerte!
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