miércoles, 15 de octubre de 2008

DOS DÍAS DE AUSENCIA Y ¿TODO UN CAOS?

Estoy enojada, con bronca, triste.
Me considero una docente que cumple con su trabajo con responsabilidad, amabilidad, eficiencia y puntualidad.
Traigo trabajo a casa para corregir permanentemente, siempre y cuando los niños me entreguen sus hojas, sus tareas, las evaluaciones las corrijo prontamente y las envío para que los padres puedan constatar la nota de sus hijos.
Busco todo el tiempo nuevas estrategias para que los chicos no se aburran y estudien, he hecho para tal fin un blog, totalmente fuera del horario escolar con actividades para que repasen y temas para estudiar, los llevo a los niños al laboratorio (siendo una de las únicas maestras que así lo hacen) Nunca tomo temas que no expliqué antes, ni escritos, ni oralmente. Todos los días indago oralmente el conocimiento de los alumnos, mediante preguntas y conversaciones y propongo actividades y ejercitaciones escritas.
Trato de no faltar a clases, teniendo todo el derecho y las posibilidades para hacerlo, y aunque yo falte igual los padres pueden enviar a los niños ya que la escuela permanece abierta y otros docentes los atenderán, como yo atiendo a los alumnos de otros docentes que faltan. Siempre les dejo tarea cuando me ausento.
Escucho las quejas de las madres que dicen que no entienden como a sus hijos les va mal si con la maestra particular hacen todo bien y estudian en su casa, haciendo caso omiso a lo que dejan entrever. Y aplaudo interiormente a aquellas madres que conocen a sus hijos, y te avisan: - mirá que no estudió nada, seguro que le va a ir mal. Yo entiendo que es más fácil decir que es culpa de la maestra a asumir que un hijo no estudia o no aprende.
En resumen cumplo más alla de mi deber.
A través de los años he notado que las madres que se quejan tanto son precisamente las que tienen los alumnos con más dificultades pedagógicas.
En un mundo con seres humanos imperfectos es obvio que nunca nos vamos a llevar todos bien, ni vamos a estar todos de acuerdo, pero…¿¿¿Es necesario ir a la secretaría de la escuela gritando y maldiciendo porque la maestra falta dos días a dar clases??? Porque aunque no lo crean la maestra es una persona, tiene familia y le pasan cosas.
¿Con qué autoridad esa hermana latinoamericana, dice cuando tengo que ir yo a hacer un trámite o cuándo tengo que venir a clase? ¿Con qué derecho exige que no se nos paguen los días de huelga, tachándonos a todos los docentes de vagos cuando es nuestro país el que le está dando todas las posibilidades de vida, somos nosotros los ciudadanos argentinos los que les permitimos sobrevivir?
No me estoy disculpando, porque tengo derechos que me avalan como trabajadora y como CIUDADANA ARGENTINA, simplemente hago pública mi desilusión.

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