martes, 21 de octubre de 2008

¡QUÉ ORGULLO SER DOCENTE!

A pesar de mis años, jamás había ido a ninguna concentración y/o movilización. No creo en los gremios, no creo en los gremialistas; pienso que están cuando a ellos les conviene políticamente, y, quizás ahora también les convenga…
Pero cuando veo por televisión la represión que sufrieron las personas que estaban enfrente a la Legislatura por parte de la policía, no importó si eran gremialistas o simplemente docentes, porque son personas y eso es lo único que hay que rescatar. No quiero que nada nos recuerde a un tiempo donde no nos podíamos manifestar porque los derechos estaban mancillados, no existían.
El derecho a manifestarse, a reclamar lo que es justo, a decir lo que uno piensa, es un derecho ganado por los ciudadanos, los trabajadores y avalado por la Constitución de la Nación Argentina.

Bajo una lluvia insistente, con la ropa empapada y portando paraguas, mis compañeros y yo estuvimos en el acto, porque esta vez con hacer paro no alcanzaba, había que demostrar que no estamos de acuerdo con la agresión, con la represión.

Cabe destacar, que a pesar de la lluvia, fuimos varios los que acudimos. Fue un acto ordenado, sin violencia, sin intervención de la fuerza policial. Hablaron varios dirigentes gremiales y fuimos respaldados por otros gremios, como los de Hospitales Públicos, Central de Trabajadores Argentinos, Sadop (escuelas privadas), docentes de la provincia de Buenos Aires, empleados judiciales, etc.; los discursos fueron acompañados por cánticos en contra del señor Macri, que por supuesto ni asomó la nariz.

El acto terminó con los docentes de la mano cantando el Himno Nacional y luego con una pacífica desconcentración.

¡Qué orgullo ser docente!

Carteles hechos y pegados por docentes en la pared de la Legislatura porteña:






Imágenes de la movilización



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